EL PLAN HYDROLOGICO NATIONAL ESPANOL

 

  • "El Delta del Ebro y el Plan Hidrológico Nacional Español"

    Un Análisis

    Por

    John W. Day, Jr.

    Louisiana State University

    Y

    Edward Maltby

    Royal Holloway, University of London

    Preparado para


    La Fundación Nueva Cultura Del Agua

    y

    la Plataforma en Defensa de l’Ebre

    Septiembre, 2002

 

Términos de referencia y mandato


La Fundación Nueva Cultura del Agua pidió a los Profesores John W. Day y Edward Maltby que prepararan un estudio independiente del Plan Hidrológico Nacional Español (PHN), especialmente relacionado con los impactos que ocasionaría el trasvase de las aguas del Ebro en el tramo inferior y su delta, junto con las nuevas presas y los proyectos de regadío. Los temas que se tratarán en el estudio incluyen la importancia del delta del Ebro, los impactos ambientales del PHN en el tramo final del Ebro, su delta y las aguas costeras, la responsabilidad que conllevan las relevantes obligaciones internacionales en lo que se refiere a biodiversidad, agua y humedales, y los futuros escenarios que puedan resultar de las diferentes acciones.


PREÁMBULO


En este breve estudio intentamos llamar la atención de los aspectos clave del debate entorno al PHN, los cuales merecen una consideración más detallada, especialmente por la comunidad Europea y la comunidad Internacional en general. Tenemos especial interés en que no se pierda una oportunidad, por parte de las autoridades responsables, de demostrar que hay conciencia de la necesidad de un nuevo enfoque hacia la gestión integrada y sostenible del agua, reconociendo las obligaciones bajo la legislación europea y otras obligaciones internacionales relevantes. Así se satisfarían los requisitos económicos legítimos de la gente mientras que se mantendría la calidad del medioambiente y se conservaría la biodiversidad.


Los posibles impactos de las propuestas del PHN en el bajo Ebro y en particular en su delta han sido motivo de un debate considerable. En este estudio nosotros examinamos:

La importancia del delta del Ebro y las relaciones funcionales con el régimen hidrológico de la cuenca.


Los posibles impactos del PHN en el delta; con particular referencia a los temas de biodiversidad, el uso sostenible de los recursos naturales, el cambio climático global y la subsidencia en el delta, la calidad y protección del medioambiente junto con el bienestar humano.


Ejemplos de legislación europea relevante, obligaciones y recomendaciones bajo las convenciones internacionales y otras experiencias útiles y consejos, para ayudar en la toma de decisiones óptimas y mejorar la gestión de la cuenca del Ebro y su delta.

Condiciones, opciones y escenarios futuros que pueden surgir de las diferentes acciones.

Se ofrecen un número de recomendaciones para que las partes más interesadas las tengan en cuenta.

La razón principal de nuestro interés estriba en:

La creciente preocupación en todo el mundo por el uso de agua dulce y los conflictos por la demanda de un recurso cada vez más escaso. El agua fue una de las cinco prioridades de la Cumbre Mundial de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible.

Reconocer que el fluir natural de un río es un elemento vital en la sostenibilidad de los sistemas geomórficos y ecológicos que provee de materias importantes y servicios a la gente, la fauna y la calidad medioambiental. El delta del Ebro en especial es un área de gran valor ecológico y económico.

La necesidad de más debates fundamentados y la aplicación de nuevos enfoques para la reconciliación de los diversos usos de agua.

Concienciar de la artificialidad y la inadecuación de la división entre las consideraciones ecológicas/medioambientales y socio-económicas en la toma de decisiones. Los beneficios ecológicos y medioambientales generalmente se traducen también en grandes beneficios para el bienestar social y la economía.

La necesidad de estudiar casos que presenten mayores retos y así demostrar las lecciones clave para el futuro en estrategias de desarrollo y la práctica de un uso sostenible del agua.

Nuestro informe proporciona una visión global más que un nuevo estudio empírico de las consecuencias probables de la implementación de las especificaciones actuales del PHN, e identifica otras fuentes de consejo y guía que consideramos que no han sido tenidas suficientemente en cuenta en su preparación.


1. Resumen Ejecutivo


El Delta del Ebro cubre 330 km2 - 20% de los cuales son áreas naturales y la superficie restante es agrícola y urbana. Los campos de arroz cubren sobre unas 21.000 ha. Las áreas naturales incluyen playas de arena, lagunas, cañaverales, y marismas de agua salada, de agua salobre, y de agua dulce. El delta tiene una gran biodiversidad y productividad, mantiene una pesca importante, proporciona hábitat para la fauna, y tiene capacidad de depurar el agua. Algunas de las actividades económicas importantes incluyen la agricultura, la pesca, la acuicultura y el turismo con un valor económico anual total de unos 100 millones de Euros. Unas 8.000 ha del delta son Parque Natural y zonas Ramsar, y también parte de la red Natura 2000 de la Unión Europea. El delta es la segunda zona más importante de aves de España.


El delta del Ebro se ha formado en los últimos miles de años. El río ha ocupado tres lóbulos sucesivamente durante los últimos dos mil años. El delta fue relativamente natural hasta mediados del siglo XIX. El cultivo del arroz durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX tuvieron como resultado la conversión de grandes áreas de humedales y lagunas en campos de arroz. Hasta 1960, los sedimentos en suspensión en el agua de regadío depositados en los campos de arroz resultaron en un índice de crecimiento (depósito de sedimento) de unos 0,5 cm por año. Desde 1960, las grandes presas han retenido casi todos los sedimentos del río y ahora hay una pérdida neta de sedimentos en la planicie del delta.


Hay una serie de temas de actualidad en relación con el delta del Ebro que son fundamentales para una comprensión de los impactos potenciales del PHN. Estos temas demuestran que el delta del Ebro ya está bajo una presión considerable que perjudica la gestión de un uso sostenible.

La disminución del caudal del río y la eliminación casi completa del aporte de sedimentos propician la regresión de la costa.


Deterioro de la calidad del agua en el río, estuario, lagunas y bahías.


Pérdida de zonas húmedas y otros hábitats naturales.


Intrusión de agua salina.


Subsidencia de la planicie del delta y falta de crecimiento que conlleva el hundimiento de esta planicie por debajo del nivel del mar.


Predicciones de una aceleración en la subida del nivel del mar de 40-60 cm en este siglo.


Merma de la pesca.


Varias tendencias relacionadas con el cambio climático global harán que la gestión sostenible del delta del Ebro sea más difícil y los impactos del PHN más severos.


El PHN prevé una mayor regulación del río con la construcción de más presas en la cuenca del Ebro, además del trasvase de grandes cantidades de agua a otras cuencas y nuevos regadíos en la suya propia. El plan no tiene en cuenta las necesidades de sedimento y la gestión del agua para mantener el delta del Ebro. Si se implementa en su totalidad, el PHN haría casi imposible llevar a cabo una gestión sostenible del delta del Ebro en un escenario de "subida relativa del nivel del mar". El resultado inevitable del PHN será el deterioro de la parte baja del río y de su delta.


Presentamos como ejemplos, dos posibles escenarios con subida relativa del nivel del mar (SRNM) como condición supuesta. Uno es un escenario con un delta sostenible basado en un plan integrado, extensivo y el otro, que es un escenario sin actuaciones ("Business As Usual"), es una continuación de las tendencias recientes del bajo caudal de agua, reducción del aporte de sedimentos, pérdida de sedimentos de los campos de arroz, y un continuo hundimiento de la placa deltaica.


Conclusiones y Recomendaciones Generales


La conclusión general a la que hemos llegado es que no sería apropiado proceder con el plan en su forma presente por los siguientes motivos:

Su realización amenazará la supervivencia de importantes hábitats y especies protegidas en la legislación europea existente.

La reducción propuesta en el aporte de caudal y la consiguiente pérdida de más sedimento pone en riesgo la sostenibilidad de todo el delta, sus ecosistemas y las comunidades humanas. Esto es especialmente así debido a la continua subsidencia del delta y la probable aceleración en la subida del nivel del mar y del cambio climático.

Parece que no se ha prestado suficiente atención a la amplia gama de consejos actualmente disponibles de otras experiencias surgidas de obligaciones bajo directivas de la EC y Convenciones Internacionales como Ramsar y la Convención sobre Diversidad Biológica.

La inmensa oposición pública al plan entre una amplia gama de interesados en la zona afectada de la cuenca del Ebro y particularmente del delta.

Hacemos las siguientes recomendaciones: Se debería preparar un plan revisado de gestión de cuenca para el Ebro y éste debería estar sujeto a una rigurosa consulta pública tal que el Ebro pueda ser usado como ejemplo principal en la implantación de la Directiva Marco de Aguas de la UE.

La gestión hidrológica del Ebro y de otras cuencas debería considerar plenamente las obligaciones de la Convención Ramsar, especialmente con relación a asegurar un uso sostenible de los humedales y prevenir cambios (adversos) en el carácter ecológico.

Se deberían tener más en cuenta las conclusiones y las recomendaciones de la Comisión Mundial de Presas (CMP). Éstas proporcionan directrices para la gestión de las cuencas en las cuales se pretende hacer modificaciones.

2. Historial e Introducción


2.1 Las cuencas de los ríos y los deltas están íntimamente conectados a través del ciclo hidrológico y deben ser gestionados como una unidad de función integrada.


En general, la comunidad científica considera que la gestión de las cuencas de los ríos debería considerar el funcionamiento de la cuenca en su totalidad; dicho de otro modo, debería haber un enfoque funcional general.


Existen varios marcos científicos conceptuales con relación al funcionamiento de las cuencas de los ríos y deltas. En particular centramos la atención en los conceptos del río continuo, las hipótesis del pulso de caudal, y las hipótesis de pulso de los deltas. Estos conceptos describen cómo las interacciones río arriba y río abajo, las interacciones entre los ríos y sus zonas de inundación, y las diversas relaciones entre el río, el delta y el mar sirven para estructurar y regular el funcionamiento incluyendo la productividad y la biodiversidad de los ecosistemas de las cuencas de los ríos.


En las partes altas de la cuenca, las interacciones son mayoritariamente de la tierra al río y en dirección río abajo. En la parte baja de la cuenca, los flujos bi-direccionales de energía, organismos y el material entre el río y la plana deltaica ganan más importancia en el funcionamiento ecológico del río. En el delta, una interacción continua entre el río, zonas húmedas, zonas acuáticas poco profundas y el mar es esencial para mantener la hidrología, el ciclo bioquímico, la productividad y la biodiversidad. Las vidas de muchas especies están supeditadas a movimientos activos entre los diferentes hábitats del delta. Ejemplos de estas especies son los peces de estuario como el Fartet (Aphanius iberus) el cual es endémico de la costa occidental mediterránea, o aves costeras como la Gaviota de Audouin (Larus audouinii). Ambas especies están amenazadas globalmente y tienen sus mayores poblaciones mundiales en el delta del Ebro. La gestión sostenible debe estar basada en este complejo funcionamiento del ecosistema. El uso humano depende de estos ecosistemas para el desarrollo de la agricultura, el turismo, la pesca, la acuicultura y la protección de la fauna pero debe también reconocer y mantener el complejo funcionamiento de estos ecosistemas.


3. El río Ebro y su delta


3.1 Su importancia social, la fauna y la calidad medioambiental.


El delta del Ebro es una de las zonas húmedas más importantes del Mediterráneo occidental. Es valioso tanto desde un punto de vista económico como ecológico. Es uno de los hábitats más importantes para las aves del Mediterráneo, y la segunda Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) más importante en España. Parte del delta (sobre 8.000 ha) fueron designadas Parque Natural en 1986.


La importancia internacional de los valores naturales del delta del Ebro ha sido ampliamente reconocida. En 1984 fue declarado por el Consejo de Europa como área de especial interés para la conservación de vegetación halófita. También ha sido reconocida como área de importancia europea en la conservación de vegetación acuática. Más recientemente (1993), fue incluido en la lista de áreas Ramsar y es parte de la red Natura 2000. La zona húmeda ha sido reducida de aproximadamente 250 km2
en 1900 a 80 km2 en 1990 debido al aumento de la agricultura y otros usos.


Se han observado un total de 330 especies de aves en el delta, de las cuales 81 especies crían regularmente y otras 28 lo hacen ocasionalmente. Se incluyen un total de 55 en el Anexo I de la Directiva de Aves de la Unión Europea. Entre las especies que crían, 50 son acuáticas, con 40.000 parejas nidificantes y una población media de 180.000 pájaros en invierno. El delta del Ebro tiene importancia internacional como zona de cría de al menos 24 especies, como zona de hibernación de 13 especies ampliándose ocasionalmente a 14 más; y como espacio de migración. La fauna piscícola es también muy rica, con 55 especies de peces observados en el Delta, sin incluir las especies marinas. Es remarcable que haya seis especies endémicas de la costa oeste mediterránea de la Península Ibérica. Destaca la presencia, en la parte baja del río Ebro, de una especie de molusco bivalvo de agua dulce protegido, (Margaritifera auricularia), que tiene en este hábitat su última población mundial viable. Hay un total de 18 hábitats incluidos en la Directiva 92/43/CEE para la Conservación de los Hábitats Naturales y de la Fauna y la Flora Silvestres, dos de los cuales tienen una prioridad de conservación y ocho están localmente en peligro.


La agricultura, la pesca, la acuicultura y el turismo son actividades económicas que dependen del delta, con un valor económico anual total de unos 100 millones de Euros. La agricultura del arroz es la principal actividad humana del delta (60% de su superficie) y los campos de arroz juegan un papel crucial en su economía y ecología. La producción total de arroz es de unas 120.000 toneladas anuales, la tercera más importante de la Unión Europea. Un extensivo sistema de riego proporciona agua dulce del río Ebro a los campos de arroz. Además de la cosecha, los campos de arroz juegan un papel ecológico importante como hábitat para las aves migratorias que hibernan en el Delta, evitan la intrusión salina, e intervienen en los ciclos biogeoquímicos como la desnitrificación. Las capturas pesqueras en los puertos influenciados por la corriente del río Ebro están entre las mayores del oeste del Mediterráneo, con una media de unas 6.000 toneladas por año. La acuicultura es una actividad económica creciente, con una alta producción, unas 3.000 toneladas anuales, de mejillones y ostras en las bahías del Fangar y de los Alfacs. El turismo ha crecido sustancialmente desde la creación del Parque Natural. Actualmente el número de visitantes se estima en más de medio millón de personas por año.


3.2 El delta del Ebro ya está bajo una considerable presión que perjudica la gestión de un uso sostenible.


El funcionamiento ecológico del delta del Ebro en la actualidad depende ampliamente de, y está afectado por, actividades humanas (especialmente la producción de arroz) como resultado de la modificación del régimen natural hidrológico. Estas actividades ya han provocado que una gestión sostenible sea difícil. En condiciones naturales mucha del agua que llegaba a la planicie del delta fluía a través de los humedales. Una gran cantidad de agua de los canales de riego hoy en día (sobre 45 m3/s de abril a septiembre) entra por los campos de arroz y evita las zonas húmedas. Los altos niveles de nutrientes y pesticidas aportados en los campos de arroz conllevan la eutrofización. En el transcurso de las últimas décadas, estas condiciones han generado una merma en la diversidad biológica, una reducción de la producción macrófita sumergida, y una disminución en las poblaciones de peces y de aves acuáticas. La descarga total de agua y sedimentos del río es un elemento fundamental del sistema ecológico y es esencial para el mantenimiento de la estructura y el funcionamiento de los diferentes hábitats del delta. Por ejemplo, se ha demostrado que la captura pesquera costera en la región está estrechamente relacionada con el volumen de agua aportada por el río.


3.3 La historia del desarrollo del delta está intrínsecamente ligada al caudal del río y a la aportación de sedimentos.


El delta que existe hoy se desarrolló en los últimos miles de años. Hasta el siglo XVIII, el delta incrementó su área a medida que el río ocupaba canales sucesivos. Ha habido tres lóbulos principales del delta en los últimos dos mil años. El desarrollo de la llanura actual del delta empezó como consecuencia de la última estabilización relativa del nivel del mar, aproximadamente hace 5-7000 años.


El desarrollo del lóbulo sur fue máximo al final del primer milenio. Antes del año 1500 el lóbulo ya había sufrido una considerable regresión, después del abandono del viejo brazo del río (Riet Vell). El lóbulo norte ya estaba activo hacia el 1580 y alcanzó su máximo desarrollo sobre 1700 (Riet de Zaida). Antes de 1750, el canal actual del río ya estaba activo, alcanzando su máximo desarrollo a mediados del siglo XX.


Después de la construcción de las grandes presas en la parte baja del río, la desembocadura empezó a retroceder debido a la gran reducción de aportación de sedimento basto (principalmente arena). La franja del delta está ahora dominada por las olas, tendiendo a suavizar la línea costera mediante procesos de erosión litoral, transporte y redistribución. La existencia de bancos de arena a ambos extremos de la costa externa provoca una retención de la mayoría de la arena del sistema que hace que el área total de playas y dunas permanezca casi constante.


Una parte importante de la llanura del delta ya está cerca o por debajo del nivel de pleamar. En las próximas décadas, el problema geomórfico más serio será la pérdida de elevación de tierra en la planicie del delta debido a la falta de aportación de sedimentos combinado con la subsidencia (hundimiento de la superficie de la tierra) y el aumento del nivel del mar.


3.4 Necesidad de un debate público


La necesidad de tener un debate público argumentado es prioritaria para el desarrollo de la nueva filosofía en gestión sostenible de tierras y de aguas. Esta filosofía está en el centro del nuevo Marco de Aguas de la UE al igual que en la implantación de los objetivos de las Convenciones Internacionales clave, como por ejemplo la Convención de la Diversidad Biológica y la Convención Ramsar de zonas Húmedas.


4. Las cuestiones actuales ya comprometen la supervivencia futura y la gestión sostenible del delta del Ebro, y se verá agravado por la puesta en marcha del PHN.


Las cuestiones actuales destacadas en relación con el delta del Ebro y la puesta en marcha del PHN son las siguientes:


Descenso de caudal en la desembocadura y la virtual eliminación de la aportación de sedimentos


Deterioro de la calidad del agua del río, estuario, lagunas y bahías


Pérdida de zonas húmedas, otros hábitats naturales, y especies que en ellas habitan


Intrusión de agua salina


Hundimiento de la llanura deltaica y falta de deposición de sedimentos


Predicciones de la aceleración de la subida del nivel del mar en 40-60 cm este siglo


Merma de la pesca


Mantenimiento del bienestar socioeconómico de las comunidades locales.

Explicación de estas cuestiones

Las principales transformaciones humanas del delta del Ebro ocurrieron en el siglo XX. De 1900-1970 se convirtieron la mayoría de humedales y algunas lagunas en campos de arroz. Se construyó un extenso sistema de drenaje para llevarles agua dulce.


La construcción de presas, especialmente el sistema de Riba-roja/Mequinença ha desembocado en grandes cambios en la hidrología y en la cantidad de sedimentos del río. Hasta la construcción de estas dos grandes presas en la parte baja del río, había grandes crecidas y altas concentraciones de sedimentos en suspensión. La deposición de sedimentos en el delta se ha reducido hasta en un 99% y el caudal de agua dulce también se ha visto reducido drásticamente.


Debido a la falta de aportación de sedimentos, algunas áreas considerables de los márgenes del delta están ahora por debajo del nivel del mar, teniéndose que efectuar bombeos a gran escala. Esto implica que el bombeo de agua del drenaje va a parar directamente a las bahías, empeorando aún más la eutrofización y propiciando la intrusión salina en las lagunas. Además, el agua drenada de los campos de arroz contiene nutrientes y pesticidas. La mayoría de este drenaje no pasa por los humedales existentes y fluye directamente a las lagunas y bahías contribuyendo al deterioro de la calidad del agua. Ha habido un descenso en las capturas pesqueras relacionada con la reducción del caudal del río, la destrucción del hábitat, y la pobre calidad del agua. Los resultados combinados de estos problemas amenazan la futura sostenibilidad del cultivo del arroz, la pesca y el mantenimiento de las comunidades locales.


Durante la época anterior a las presas, el sistema de riego del arroz potenció la sedimentación en la planicie deltaica con unos 50 cm depositados entre 1860 y 1960. Después de la construcción de las grandes presas, la aportación de sedimentos a la planicie deltaica se redujo drásticamente. Las presas controlan las grandes crecidas y el 99% de los sedimentos fluviales quedan atrapados en ellas. Actualmente hay una pérdida neta de sedimentos en los campos de arroz.


En resumen, la historia del presente delta del Ebro puede ser dividida en tres períodos que reflejan los impactos humanos y las prácticas en la gestión del río y su delta. Hasta el 1860, cuando se construyó el primer canal de riego, había un delta natural, con grandes crecidas del río que esparcían el agua, con un alto nivel de sedimento en suspensión, por las zonas húmedas con baja eutrofización. Del 1860 a 1960, cuando se desarrolló la agricultura tradicional del arroz y aún no existían las grandes presas en la parte baja del río, eran frecuentes las crecidas altas y moderadas con altos índices de sedimentación en los campos de arroz y los humedales, debido principalmente a los sistemas de riego. La superficie de los humedales se redujo drásticamente (mayoritariamente de 1900 a 1950), pero la eutrofización aún era baja porque la salida de los campos de arroz era filtrada mayoritariamente a través de los humedales. Desde 1960, con las grandes presas y el desarrollo de la agricultura moderna, las grandes crecidas del río han desaparecido y la sedimentación se ha reducido drásticamente. La eutrofización y la contaminación por pesticidas han aumentado notablemente a causa del uso creciente de fertilizantes y pesticidas y el hecho que las aguas se hayan desviado de las zonas húmedas.


Es fundamental reconocer el cambio global para gestionar el delta de forma sostenible.


Uno de los temas medioambientales clave que es prioritario en las consideraciones sobre la sostenibilidad del delta del Ebro y de los impactos del PHN, es el cambio climático global (calentamiento global y cambios en la precipitación), así como la aceleración en la subida del nivel del mar. El consenso científico internacional, como resumió el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, es que el clima está subiendo de temperatura y que habrá cambios en las estructuras de las precipitaciones. Las precipitaciones han disminuido en la mayoría de la cuenca del Ebro en un 4% en los últimos 50 años y se prevé que disminuyan aún más. Estas disminuciones futuras en las precipitaciones implican que las necesidades de agua proyectadas por el PHN (trasvases, regadíos y otros usos) no se podrán satisfacer.


Otro resultado extremadamente importante del cambio global es la aceleración de la subida del nivel del mar que previsiblemente será de 40-60 cm. El delta del Ebro, como la mayoría de deltas, es particularmente sensible a la subida del nivel del mar porque está en subsidencia o, lo que es lo mismo, hundiéndose. La subsidencia es un resultado natural de la compactación, consolidación y desecación de los sedimentos. A menudo está potenciado por las actividades humanas como las detracciones de agua de la sub-superfície y la oxidación de los sedimentos orgánicos secos. Así pues, para sobrevivir a la elevación del nivel del mar, la planicie del delta debe crecer hacia arriba no sólo al mismo ritmo que está subiendo el nivel del mar sino también al ritmo que la planicie del delta se está hundiendo. La combinación de la subida del nivel eustático del mar más la subsidencia se denomina subida relativa del nivel del mar (SRNM). Por ejemplo, mientras el índice actual de la subida eustática está entre 1-2 mm/año, se estiman índices de subsidencia en el delta de 2-5 mm/año, resultando una SRNM de entre 3-7 mm/año. Si la superficie del delta no crece verticalmente en proporción igual a la SRNM, entonces la superficie del delta se hundirá por debajo del nivel del mar. Esto significa que se necesitará bombear más agua continuamente, los humedales estarán bajo mayor presión debido a factores como la intrusión de agua salada, y el delta se aislará progresivamente del mar. Actualmente la SRNM nos está conduciendo a una pérdida de humedales, erosión litoral, e intrusión de agua salada en un gran número de zonas costeras.


Casi el 50% del delta está en la actualidad por debajo del nivel de pleamar y parte del margen sur del delta está al nivel del mar en un área protegida por diques. Según las proyecciones para la aceleración de la subida del nivel del mar, sobre un 75% del delta estará por debajo del nivel de pleamar en menos de un siglo. Como ya hemos mencionado anteriormente, la SRNM en el delta es de 3-7 mm/año. Los índices de sedimentación presentes en el delta varían de 4 mm/año en las zonas húmedas de la desembocadura a menos de 0,1 mm/año en las marismas cerradas y en los campos de arroz. El déficit anual de sedimento en la planicie deltaica con respecto a la SRNM es de cerca de 1 millón de m3/año. Los índices de sedimentación en los campos de arroz anteriores a la construcción de las grandes presas en la cuenca del Ebro eran más altos que los índices de la SRNM, variando entre los 3 y los 15 mm/año. Hoy en día, más del 99% de los sedimentos fluviales están retenidos en los embalses y los campos de arroz están perdiendo sobre 0,2 mm/año. Así pues, con las condiciones presentes, el delta continuará hundiéndose por debajo del nivel del mar. Es muy probable que el PHN empeore esta tendencia.


Aceptar que la sostenibilidad del delta del Ebro está relacionada con el continuo aporte de agua y sedimentos


Las consideraciones anteriores demuestran claramente que el delta del Ebro no es física ni geomorfológicamente sostenible en la actualidad. La reducción de la mayor parte de sedimentos fluviales ha dado lugar a la interrupción de los aportes a la costa y a la planicie del delta. Existe un retroceso de la desembocadura activa y una reestructuración general del delta. El problema más crucial es la falta de sedimentación en la planicie del delta. Ha habido un proceso inverso que va de una ganancia neta en la elevación anterior a 1960, a una pérdida neta de elevación. Dado que la mayoría de la superficie del delta estará por debajo del nivel de pleamar en menos de un siglo, el delta se quedará esencialmente aislado de las bahías adyacentes y del mar.


En esencia, el ecosistema habrá pasado de ser un sistema con interconexiones a dos bandas a ser un sistema donde hay una vía de flujo único de agua bombeada desde la planicie del delta. Por entonces ya no existirá un funcionamiento del ecosistema deltaico y el sistema será altamente insostenible. También existe la posibilidad de que estos factores conduzcan a que el cultivo del arroz sea económicamente inviable con el consecuente declive de las poblaciones locales. El estado actual de los deltas del Colorado, del Nilo y del Po son ejemplos de cómo puede ser el futuro del Delta del Ebro.

Beneficios del río Ebro y su delta para la población


El río Ebro proporciona agua, sedimentos y nutrientes al delta y a los ecosistemas marinos costeros. Estos flujos de material y de energía son la base de sustento de las principales actividades económicas, de los paisajes, y de los rasgos culturales del bajo Ebro. Como ya mencionamos, el cultivo del arroz, la pesca, la acuicultura y el turismo, que están todos basados en los recursos naturales locales, son la base de la economía del delta. El cultivo del arroz, la pesca y la caza tienen un profundo significado en los rasgos sociales y culturales del bajo Ebro (estilo de vida, literatura, gastronomía, etc.), donde el agua es parte de la identidad de las personas.


El cultivo del arroz tiene un importante valor medioambiental y económico en las zonas húmedas, en el sentido de que es la mejor opción agrícola. Cualquier otro cultivo sin inundación supondría impactos más fuertes, como la desecación, estrés salino, subsidencia más rápida, y una contaminación acuática más elevada de los humedales del alrededor. Además, como los campos de arroz son un humedal artificial, son un hábitat apropiado para la alimentación y la reproducción de muchas aves acuáticas y de peces. Estos valores naturales son la base de una creciente actividad turística, ya que más de medio millón de personas visitan el Delta del Ebro cada año. El ecoturismo y el turismo de navegación fluvial son dos actividades económicas que van a la alza.


5. El Plan Hidrológico Nacional Español


No analizamos las necesidades y los propósitos de las transferencias indicadas en el PHN pero estamos preocupados por el proceso en la toma de decisiones y la falta de atención prestada a las consecuencias de las acciones propuestas en el curso bajo del río. El PHN prevé una mayor regulación del río por medio de la construcción de más presas en la cuenca del Ebro, y el trasvase de grandes cantidades de agua a otras cuencas y nuevas zonas de regadío en la propia cuenca. El plan no presta suficiente atención a las necesidades de la gestión de sedimentos y de agua para mantener el delta del Ebro. Los ríos deben ser gestionados para mantener no sólo un mínimo de caudal que llegue al mar sino también un mínimo de aportes sólidos. Si se realizara plenamente, el PHN haría que fuera virtualmente imposible llevar a cabo una gestión sostenible del delta del Ebro en un escenario de elevación del nivel del mar. El resultado inevitable del PHN sería la aceleración en el deterioro del tramo inferior del río y de su delta.


El objetivo principal del PHN es la construcción de un trasvase de agua de un máximo de 1.050 Hm3 por año desde el tramo inferior del río hacia la costa norte y la costa sur del Mediterráneo. La ley del PHN fue aprobada en julio del 2001, y establece los siguientes valores anuales máximos para ser transferidos a diferentes cuencas: 190 Hm3 al área de Barcelona, 315 Hm3 al área de Valencia, 450 Hm³ al área de Murcia, y 95 Hm³ al área de Almería. La ley también establece un caudal mínimo ecológico del río Ebro de 100 m³/s (3.153 Hm³/año), y que el agua no podrá ser sustraída de junio a septiembre. La ley también considera la elaboración de un Plan Integral para la Protección del Delta del Ebro, con el objetivo de asegurar las condiciones ecológicas especiales de esta zona a través de la mitigación de los impactos negativos derivados de la realización del PHN.


El PHN también incluye una lista adicional de las obras públicas que deberán ser ejecutadas durante el período 2001-2008, la cual ya fue establecida en los Planes de Cuenca. Este anexo incluye unas 100 nuevas presas y la infraestructura para el riego de nuevas áreas (sobre 400.000 ha), al igual que plantas de tratamiento de aguas, canalizaciones de ríos, etc.


Bajo el PHN, se desviarán una media de 45 m3/año durante ocho meses al año. Esto nos llevará a que circule muy poco caudal en el río algunos años. Por ejemplo, durante el 2002, el caudal del río ha sido de unos 100 m3/s durante la mayor parte del año, que es el caudal mínimo establecido por la ley del PHN. Es más, este caudal mínimo se ha determinado sin base científica, sin la consideración de las necesidades de caudales de agua y sedimentos para mantener el delta en funcionamiento. Los niveles futuros de agua dulce llegada al mar darán lugar a una reducción de la pesca.


Hay una serie de ideas que se dan por sentado en el PHN y que pensamos que no son válidas. Estas ideas expresan que el trasvase de agua, las presas y los nuevos regadíos:

- no afectarán negativamente a los ecosistemas de río abajo, ni a su funcionamiento ni al valor de las comunidades humanas

- mantendrán un uso sostenible de las futuras opciones de gestión deseadas para el bajo Ebro, su delta y las aguas costeras

- representan el uso más amplio de los recursos de agua transferidos

- que tienen el apoyo general de la sociedad

- tiene en cuenta los conocimientos científicos, técnicos y socio-económicos existentes


6. Estados futuros, opciones y escenarios


Consideramos esencial el que haya un análisis completo de los posibles y deseados estados futuros para el delta del Ebro basados en una gama de opciones de gestión de la cuenca en su conjunto. Se debería incluir los efectos de varias opciones de transferencia de agua al igual que la posibilidad de potenciar los caudales actuales y la deposición de sedimentos en el delta. Más abajo presentamos como ejemplos, dos escenarios posibles con subida relativa del nivel del mar (SRNM) como condición previa. Consideramos esencial que se desarrolle una visión de acuerdo común para las condiciones futuras deseadas del bajo Ebro y su delta y que la gestión de cuenca sea dirigida hacia ese objetivo.


La futura gestión sostenible del delta del Ebro debe tener en cuenta los sedimentos retenidos en los pantanos, el problema de la SRNM e incluir una amplia gestión de agua dulce y sedimentos del río. El PHN compromete seriamente la capacidad de conseguir una gestión sostenible.


Un escenario de delta sostenible.


Éste está basado en un extenso plan integrado. El extenso plan de gestión activa, usa los desvíos de agua, como los de las redes de regadío, para estimular el crecimiento de la planicie del delta y usa los humedales para mejorar la calidad del agua y proporciona hábitats. Un plan de gestión sostenible incluirá la restauración de los humedales en algunas de las zonas más bajas, en las cuales el drenaje por gravedad para la agricultura ya no sea posible. Estos humedales proporcionarían hábitat para peces y otra fauna y mejorarían la calidad del agua. Este enfoque depende de la aportación de sedimentos y de agua del río suficientes. Debería incluir, cuando fuera posible, la extracción de sedimentos retenidos en las presas y su transporte hacia el delta. Esto implica caudales regulares elevados. En la actualidad se están usando con mucho éxito algunos desvíos de agua para la restauración de zonas húmedas en el delta del Mississippi.


El escenario sin actuaciones.


El escenario sin actuaciones ("Business As Usual" - BAU) es una continuación de las tendencias actuales a la baja de los caudales de los ríos, disminuyendo el aporte de sedimentos, el sedimento perdido de los campos de arroz, y la continua bajada de la superficie de la planicie del delta que tendrá como resultado, creemos, la gestión no-sostenible del delta. Teniendo en cuenta las predicciones del cambio climático, la aceleración en la subida del nivel del mar, y las futuras reducciones de caudal fluvial debido al PHN, la mayor parte de la superficie del delta estará por debajo del nivel de pleamar en medio siglo y necesitará ser secado por medio de bombas. Habrá intrusión salina, más deterioro de la calidad de aguas, y una reducción en la pesca debido a la pérdida de hábitat, escasa calidad del agua y una reducción del caudal fluvial. En resumen, esto significaría la pérdida del Ebro como ecosistema deltaico de funcionamiento natural. La continuidad de la existencia del cultivo del arroz es cuestionable bajo este escenario. Los deltas del Colorado, del Po y del Nilo sirven como ejemplos del futuro del Ebro dominado por una regresión litoral, intrusión de agua salina, hundimiento de la mayor parte de la planicie del delta bajo el nivel del mar, y aislamiento del delta respecto al mar.


Para una gestión sostenible del delta del Ebro, es crucial mantener períodos con fuertes caudales que tengan suficiente energía fluvial para transportar tantos sedimentos como sea posible. El PHN haría que fuera casi imposible llevar a cabo una gestión sostenible del delta del Ebro, especialmente en un escenario de SRNM.


En resumen, la gestión sostenible del delta requiere: un abastecimiento continuo de agua dulce hacia el delta. Permitir la salida de sedimentos atrapados en los pantanos y su transporte al delta. Un movimiento de sedimentos y agua hacia la franja y la planicie del delta, el uso de sedimentos minerales y formación de tierra orgánica para incrementar el índice de crecimiento, un equilibrio entre las zonas húmedas agrícolas y naturales para así asegurar una buena calidad del agua y los hábitats para la fauna y la pesca. En este sentido, la red de riego de los campos de arroz se convierte en partes integrales de un delta sostenible. Algunos campos de arroz tendrán que ser convertidos en humedales para alcanzar este equilibrio. La red de desagüe tendrá que ser adaptada para asegurar que el agua de los campos de arroz fluya a través de los humedales antes de alcanzar las bahías costeras. En nuestra opinión, el PHN es incompatible con un delta del Ebro sostenible.


7. Conclusiones y Recomendaciones


Una resolución de las limitaciones inherentes del PHN puede representar una guía valiosa para otros países. Es esencial una nueva forma de gestionar el agua para afrontar las presiones crecientes de la sociedad y es necesario actuar de acuerdo con las obligaciones nacionales, supranacionales e internacionales.


RECOMENDACIÓN


Se debería preparar un plan revisado de gestión de cuenca para el Ebro y éste debería estar sujeto a una consulta pública rigurosa tal que el Ebro pueda ser usado como ejemplo principal en la implementación de la Directiva Marco de Aguas de la UE


El gobierno español tiene una oportunidad incomparable de desarrollar una nueva forma de pensar en la gestión de los recursos de agua cumpliendo con la nueva Directiva Marco de Agua (DMA). La DMA establece una actuación integrada para la protección, la mejora y el uso sostenible de las aguas dulces y costeras de Europa. La DMA entró en vigor en diciembre de 2000 y requiere a los estados miembros que pongan en vigor la directiva en legislación nacional antes del 22 de diciembre de 2003.


En resumen, los objetivos de la Directiva son:


1. Proteger y mejorar las necesidades hídricas de los sistemas acuáticos, los ecosistemas terrestres y humedales que dependen de ellos.

2. Promover un uso sostenible del agua.

3. Reducir las emisiones de contaminantes.

4. Proteger las aguas subterráneas.

5. Mitigar los efectos de inundaciones y sequías.


La introducción de amplios objetivos ecológicos diseñados para proteger y, cuando sea necesario, restaurar la estructura y las funciones de los sistemas acuáticos, así asegurando el uso sostenible de estos recursos, representa un gran cambio de énfasis en la política del agua de toda Europa. Requiere controles de los diversos factores que pueden afectar negativamente a los ecosistemas acuáticos. La Directiva introduce un régimen de planificación de la gestión de cuenca como mecanismo clave para asegurar la integración de la gestión de los diferentes sistemas de agua incluyendo aguas subterráneas, ríos, canales, lagos, pantanos y estuarios. España tiene la responsabilidad capital en el grupo de trabajo de desarrollar la Mejor Práctica en la Planificación de Cuencas Hidrográficas. Es de suma importancia, consecuentemente, que el Ebro sea considerado como el ejemplo a seguir en la futura implementación de la DMA aplicando los más altos estándares técnicos disponibles. Los anexos de la Directiva se ocupan de las tareas técnicas involucradas en la planificación de las cuencas de los ríos. En ellos se indican los análisis, valoraciones y seguimiento requerido para ayudar en el establecimiento de objetivos medioambientales y el diseño de medidas adecuadas y efectivas económicamente.


Pensamos que el PHN no ha sido adecuadamente sujeto a este riguroso, pero esencial, cuestionamiento en cuanto al desarrollo y a las prácticas más apropiadas bajo los términos de la DMA.


La filosofía de fondo de la Directiva como se articuló en el Recital (1) es que "el agua no es un producto comercial como cualquier otro, sino un patrimonio que debe ser protegido, defendido y tratado como tal."

La protección y gestión de este patrimonio biológico-cultural, complejamente interrelacionado, requiere una comprensión de la ciencia de base especialmente de las relaciones funcionales entre el ciclo hidrológico, los ecosistemas de la tierra y del agua, y de las comunidades humanas.


Estas interrelaciones forman el eje conceptual del "Enfoque del Ecosistema" en la gestión sostenible del capital natural del mundo y sostienen la implantación de las convenciones globales clave sobre biodiversidad y zonas húmedas.


Consideramos que el PHN no presta suficiente atención a las obligaciones y recomendaciones internacionales especialmente las relacionadas con la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB) y la Convención sobre Humedales de Importancia Internacional (RAMSAR).


RECOMENDACIÓN

Se debería prestar más atención a la CDB y a RAMSAR


Las autoridades responsables deberían seguir las decisiones COP V/6 de la CDB adoptando el "enfoque del ecosistema" como instrumento para conseguir amplios objetivos de la Convención sobre Diversidad Biológica (conservación de la biodiversidad, desarrollo sostenible y reparto equitativo de beneficios).


El enfoque del ecosistema es la gestión integrada de los recursos terrestres, acuáticos y de la fauna para asegurar la conservación de forma sostenible y equitativa. "Es un método para mantener o restaurar los sistemas naturales junto con sus funciones y valores. Está dirigido hacia un objetivo y radica en un grupo basado en la colaboración de unas condiciones futuras deseadas que integren factores ecológicos, económicos y sociales. Se aplica en un marco geográfico definido básicamente por los límites ecológicos". (Estudio de la Integración de la Actuación de la Gestión del Ecosistema 1995)


El enfoque del ecosistema está basado en la aplicación de las metodologías científicas adecuadas observando los niveles de la organización biológica que comprenden los procesos esenciales y las interacciones entre los organismos y su medio. Este enfoque del ecosistema reconoce que los humanos somos un componente integral de los ecosistemas (UNEP/CBD/COP4/INF.9, 1998). La implantación del enfoque del ecosistema está basada en doce principios (ver Apéndice). Consideramos que el PHN no tiene en cuenta estos principios ni plena ni adecuadamente.


RECOMENDACIÓN


La gestión hidrológica del Ebro y de otras cuencas debería considerar plenamente las obligaciones bajo la Convención Ramsar, especialmente con relación a asegurar un uso sostenible de los humedales y prevenir cambios (adversos) en el carácter ecológico.


Las recomendaciones de la Misión de Consejo de Ramsar (agosto 2001) en particular, deberían ser adoptadas y se deberían seguir las directrices tales como La Iniciativa de la Cuenca Fluvial de la Convención sobre Diversidad Biológica ; la Convención Ramsar (http://www.ramsar.org/w.n.rbi_progress1.htm), y las directrices de la Convención Ramsar sobre "la integración de la conservación de humedales y el uso sostenible en la gestión de las cuencas de los ríos" (http://www.ramsar.org/key_guidelines_undex.htm).

RECOMENDACIÓN


Se deberían tener más en cuenta las conclusiones y las recomendaciones de la Comisión Mundial de Presas (CMP) las cuales proporcionan directrices para la gestión del bajo Ebro y su delta.


Es preciso tener en cuenta el debate global sobre el uso sostenible del agua, las grandes presas y las consecuencias adversas de los trasvases de agua. En particular queremos centrar la atención en las conclusiones y recomendaciones de la Comisión Mundial de Presas (CMP):


Las decisiones clave no son sobre presas como tales, sino sobre opciones para el desarrollo hidrológico (y energético). Están en relación directa con uno de los mayores retos que confrontan al mundo en este nuevo siglo – la necesidad de replantearse la gestión de los recursos de agua dulce. El gran impacto de las extracciones de agua llevadas a cabo por los humanos en los lagos, ríos y acuíferos del mundo está bien documentado. El total anual de las extracciones de agua dulce se han acelerado y en el 2000 se estimaron en 3.800 Hm³, el doble que en 1950. La Comisión ha reiterado la creciente preocupación en cuanto al acceso, la equidad y la respuesta a la creciente necesidad del agua.

Esto influye en las relaciones entre:


las poblaciones rurales y urbanas

intereses río arriba y río abajo

sectores agrícolas, industriales y domésticos

las necesidades humanas y los requisitos de un medio saludable


El reto está en resolver los intereses competitivos colectivamente y reconocer que "las soluciones equitativas y sostenibles serán en beneficio de todos".


Los dos objetivos de la Comisión eran:


Revisar la efectividad en el desarrollo de las grandes presas y evaluar alternativas para el desarrollo de los recursos hídricos y energéticos.


Desarrollar un criterio internacional aceptable; directrices y estándares, cuando convenga; para la planificación, diseño, evaluación, construcción, funcionamiento, seguimiento y retirada de las presas.


El Informe Global del CMP concluyó:


Las grandes presas diseñadas para proveer servicios de riego, tradicionalmente no han cumplido con sus objetivos físicos, no recuperaron su coste y han sido menos provechosas en términos económicos de lo previsto.


Las grandes presas tienen una amplia gama de impactos importantes en los ríos, cuencas y ecosistemas acuáticos – estos impactos son más negativos que positivos y en muchos casos han llevado a pérdidas de especies y ecosistemas irreversibles.


Los esfuerzos hechos hasta hoy para contrarrestar los impactos de las grandes presas en el ecosistema han tenido poco éxito debido a: la falta de atención para prevenir y evitar los impactos, la incertidumbre en las predicciones y su escasa calidad, la dificultad de afrontar todos los impactos, y a la aplicación parcial de las medidas correctoras con éxitos también parciales.


Como los costes sociales y medioambientales de las grandes presas no se han tenido suficientemente en cuenta en términos económicos, la rentabilidad verdadera de estos proyectos sigue siendo muy elusiva.


La aplicación de un enfoque basado en un balance no es aceptable para determinar los costos y beneficios cuando hay grandes inequidades en la distribución de los mismos, ya que existen compromisos con los derechos humanos y el desarrollo sostenible. El CMP resaltó que las opciones alternativas de la gestión de la oferta y demanda no habían sido suficientemente exploradas en la mayoría de los proyectos.


La Comisión agrupó los valores esenciales que deberían informar de futuras decisiones como:


equidad


eficacia


participación en la toma de las decisiones


sostenibilidad


responsabilidad


El CMP ha desarrollado siete prioridades estratégicas y ha establecido una relación de principios para que sirvan de guía en la toma de decisiones durante el ciclo de planificación y del proyecto:

1.Ganarse la aceptación del público.

2. Evaluación completa de las opciones.

3. Estudiar las presas ya existentes.

4. Sostenibilidad de los ríos y del sustento de las gentes

5. Reconocer los derechos y repartir los beneficios.

6. Asegurar el cumplimiento de los acuerdos.

7. Compartir los ríos para la paz, el desarrollo y la seguridad.


Resumen de las principales acciones recomendadas


El gobierno debería considerar la forma de:


Poner en práctica las recomendaciones de la Misión del Consejo Ramsar llevadas a cabo en el delta del Ebro (agosto 2001).


Aplicar los principios del Enfoque del Ecosistema al realizar una visión común en la futura gestión de la cuenca del Ebro incluyendo su delta.


Evaluar los requisitos de la Directiva Marco de Aguas para alcanzar la sostenibilidad y el "buen estado" de las aguas del Ebro a través de una planificación y gestión de la cuenca del río.


Examinar la experiencia y las recomendaciones de la amplia gama de iniciativas disponibles y procesos como los establecidos por la Comisión Mundial de Presas, la Convención Ramsar de zonas húmedas, la Convención sobre la Diversidad Biológica, y la Comisión Mundial del Agua.


Usar la experiencia y las lecciones aprendidas en la implantación de estas recomendaciones para formular las directrices en la buena práctica, metodologías apropiadas e indicadores de actuación que puedan ayudar a otros países cuando traten temas similares.


Evaluar la conveniencia de los principios del Enfoque del Ecosistema e informar de las conclusiones al CBD-COP7 a principios del 2004.


La comunidad científica y técnica debería examinar la mejor forma de:


Llevar a cabo los necesarios estudios empíricos para comprender más plenamente el funcionamiento de los ecosistemas de los ríos y deltas y los efectos del PHN.


Aplicar las técnicas adecuadas para así evaluar más ampliamente los beneficios económicos y sociales de un conjunto deltaico sano.


Investigar los beneficios ya existentes y los amplios potenciales de los ecosistemas semiáridos que no reciben el impacto de los regadíos.


Evaluar soluciones alternativas para solucionar los crecientes déficit de agua (ej: reducir la demanda, desalación, etc.)


Las organizaciones no gubernamentales deberían considerar cómo pueden:


Ayudar en el establecimiento de un diálogo entre las partes interesadas.


Desarrollar y publicar folletos técnicos fáciles de entender, paneles y notas informativas.


Organizar demostraciones y visitas de las zonas afectadas para mejorar la concienciación entre los que deben tomar las decisiones y entre el público en general.


Potenciar aún más la conservación del agua y la práctica de la gestión de la sostenibilidad de la tierra y del agua.


APÉNDICE


Los 12 Principios del "Enfoque del Ecosistema" de la Convención sobre Diversidad Biológica

1. Los objetivos en la gestión de tierras, aguas y recursos vivientes son un asunto de elección social.

2. La gestión debería ser descentralizada hasta el nivel más bajo adecuado

3. Los gestores del ecosistema deberían considerar los efectos (inmediatos o potenciales) de sus actividades en los ecosistemas adyacentes y en otros.

4. Reconocer los beneficios potenciales derivados de la gestión, ya que normalmente se tiende a gestionar el ecosistema en un contexto económico. Cualquier programa de gestión del ecosistema debería: a) reducir las distorsiones del mercado que afectan adversamente a la diversidad biológica, b) dar incentivos para promover la conservación de la biodiversidad y un uso sostenible, c) integrar los costes y beneficios en el ecosistema en cuestión hasta el extremo que sea posible.

5. La conservación de la estructura y el funcionamiento deberían ser un objetivo prioritario de este enfoque para así mantener los servicios del ecosistema.

6. Los ecosistemas deben ser gestionados dentro del límite de su funcionamiento.

7. El enfoque del ecosistema debería ser llevado a cabo en la escala de espacio y tiempo apropiada.

8. Reconocer las escalas variantes temporales y el efecto a largo plazo que caracterizan a los procesos del ecosistema. Los objetivos en la gestión de ecosistemas deberían estar fijados a largo plazo.

9. La gestión debe reconocer que el cambio es inevitable.

10. El enfoque del ecosistema debería buscar el equilibrio adecuado, la integración de la conservación y el uso de la diversidad biológica.

11. El enfoque del ecosistema debería considerar todas las formas de información relevante, incluyendo el saber científico y el conocimiento tradicional de la zona, las innovaciones y la práctica.

12. El enfoque del ecosistema debería integrar a todos los sectores relevantes de la sociedad y a todas las disciplinas científicas.

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